domingo, 16 de octubre de 2011

JUEGA EN CASA CON TUS HIJOS


   Para nosotros, los adultos, el juego es el descanso del trabajo, mientras que para los niños el juego es “su trabajo”. A través del juego aprenden, exploran el mundo, expresan sus emociones, se sociabilizan y aprenden a manejar las situaciones difíciles.
   Diversos estudios han demostrado que las familias que han hecho del juego una base de unión con los hijos en la infancia han tenido menos problemas en la adolescencia.
   A continuación sugiero una lista de juegos tranquilos por meses y edad para que disfruten juntos ese momento:
0-6 MESES: Necesita juguetes que le ayuden a descubrir su cuerpo y a distinguir diferentes texturas, formas y colores. Los sonajeros, móviles de cuna, muñecos de goma, mordedores.

7-12 MESES: El bebé empieza a gatear y explorar los objetos.
Pelotas, carritos, juegos de encajar, muñecas, juguetes sonoros y cubos de encajar.

13-18 MESES: Los niños/as saben andar no habla pero comprenden y reconocen las propiedades de los objetos. Los bloques o legos para apilar, cuentos sencillos de imágenes grandes, títeres, juegos de encajar.

19-24 MESES: El niño/a habla y comprende, empieza a descubrir su entorno. Coches,  pizarras, pinturas, instrumentos musicales, muñecas y animalitos.
2-3 AÑOS: Empiezan a sentir curiosidad por los nombres e imitan escenas familiares. Rompecabezas, juegos de asociación, disfraces, moldear con plastilina, juego de mesa de opuestos, de asociación de colores y animales.

3-5 AÑOS: El niño/a empieza a preguntar, a aprender canciones y a jugar con sus amigos/as. Cuentos, recortar figuras, colorear en hojas, juegos para ensartar, juegos de memoria, juego de domino con colores o figuras, impresiones con pintura.

6-8 AÑOS: El niño/a sabe sumar y restar, leer y escribir. Juego de insertar palabras con imágenes, recortar figuras pequeñas, cuentos, domino, bingo, cartas, los juegos de mesa con preguntas y respuestas sobre distintas materias, los rompecabezas.
Cuáles son las destrezas que van a tener tus hijos con estos juegos….
Bloques, "Legos" u otros juguetes de construcción. Estos materiales enseñan conceptos de matemáticas y ciencia. También le proveen una oportunidad para aprender sobre nociones como el tamaño, las formas, el orden y el peso mientras eligen, construyen y recogen los bloques. También practican su coordinación manual y visual, además de aumentar las habilidades de percepción.
  • Juegos de mesa. Proveen una excelente manera para aprender a contar, sobre los diseños y los patrones, además de la importancia de seguir instrucciones, la cooperación y de esperar por su turno.
  • Lápices de colores, papel, pintura, tijeras. Estas herramientas ayudan a los niños a ser creativos y a resolver problemas. El manipular estos materiales fortalece y refina sus habilidades físicas, en particular la coordinación manual y visual. Estas destrezas son necesarias cuando el niño eventualmente aprenda a escribir. De hecho, la escritura muchas veces surge de los dibujos de los niños.

  • Muñecas, peluches. Promueven la imaginación y la creatividad. Los niños aprenden a interactuar con otras personas y adquieren lenguaje mientras imitan a los adultos y hablan con sus "bebés". Crean historias.
  • Disfraces, juguetes para pretender e imitar. A través de la imaginación, los niños pueden aprender a expresarse, a pensar y a utilizar los objetos simbólicamente. El pretender también promueve las habilidades necesarias para resolver problemas.
  • Libros, cintas de grabación, materiales para escribir. Las habilidades del habla son enriquecidas a través de la lectura, del escribir y de escuchar música. Adquieren las técnicas que van a necesitar cuando aprendan a escribir.
   Por eso, la próxima vez que vuelvas del trabajo y estés muy cansado para jugar al menos media hora con tu hijo piensa en lo enormemente beneficioso que es para ambos




domingo, 2 de octubre de 2011

Recuperar la autoridad sobre los hijos


Recuperar la autoridad sobre los hijos

     Te son conocidas estas frases…………Es que los niños de antes  eran tan diferentes a  los de ahora, en mi época a los papas si se les tenía respeto….

Cuando no tenemos autoridad en nuestra  familia,  los hijos se apoderan de ella. Los educadores sabemos que una autoridad bien entendida obtiene el respeto del niño y es la piedra angular para desarrollar personas equilibradas y felices, de eso se trata, de ayudar a crecer. Es importante tomar decisiones correctas y útiles para el niño día a día.

Los expertos advirtieron claramente que los padres ya no querían tomarse la molestia de educar a sus hijos, bajo normas de respeto que empiezan en el hogar y se expanden al mundo.

Explica la doctora Diana Rabinovich, profesora titular de la Facultad de Psicología de la UBA. “Hay una cierta dimisión por parte de los padres, de la dura y desagradable función de educar. Decir que no, demandar que las tareas sean cumplidas es una tarea desagradable, e incluso angustiosa. Pero no es la única dimensión de educar, que entraña también amor, cuidado, dedicación, estímulo, aliento…”,

Todos quieren pasárselo bien, sin andar atrás de los chicos diciéndoles cómo tienen que comportarse; mucho menos despegarlos de la PlayStation, porque mientras los chicos están conectados a la computadora, los padres pueden desconectarse de ellos.

 Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. El secreto es hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

Te doy unos tips básicos para aplicar a tus hijos y puedas recuperar la autoridad:

Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos expresiones como "Pórtate bien", "sé bueno", o "no hagas eso". Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. "Habla bajito en una biblioteca"; "da de comer al perro ahora"; "agarra mi mano para cruzar la calle" son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con tu hijo.

Firmeza. Nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: "Vete a tu habitación ahora" o "¡Para!, los juguetes no son para tirar" son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro.

Explica el por qué. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifiesta la razón en pocas palabras. Por ejemplo: "Cuando muerdes a una persona, le haces daño y duele”

Firmeza en el cumplimiento. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.

Y por último Acentúa lo positivo. Es mejor decir a un niño lo que debe hacer ("Habla bajo") antes de lo que NO debe hacer ("No grites"). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir "no", es mucho mejor cambiar las órdenes por las frases claras. Por ejemplo: “toca suavemente al gato "en vez de decir “No lastimes el gato."

Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.