lunes, 23 de enero de 2012

UN DISFRAZ PARA CARNAVAL

Cuando llegan los carnavales a todos los padres les  hace mucha ilusión disfrazar a su hijo. Pero a los pequeños no siempre le gusta la idea: a veces les da miedo, vergüenza… ¿Qué hacemos en este caso? ¿Lo obligamos?

Los padres creemos que nuestro hijo va a estar encantado con la fiesta de carnaval del cole. Sin embargo, no siempre es así, y quizá el niño se niegue en rotundo a disfrazarse. ¿Qué hacemos?

Razones para no disfrazarse

1. Que le dé miedo ver a gente tan "rara"
En esos casos hay que tranquilizarle explicándole que hoy esas personas tan extrañas van vestidas así porque es un juego, que mañana todo volverá a la normalidad y que no tiene por qué tener miedo. Conviene darle su tiempo y estar con él hasta que se sienta seguro en ese ambiente.

2. Tiene miedo porque sus compañeros parecen otros
Es posible que el niño se sienta angustiado porque no comprende por qué hoy todos sus compañeros parecen otros. La tarea de los padres será similar: darle una explicación y esperar hasta que logre reconocer a sus amigos.

3. Es tímido y le da vergüenza que todos le miren
•    El niño puede sentir que si va disfrazado, será el centro de atención, cosa que no termina de gustarle por timidez.
•    En este caso conviene ir despacio y llevarlo a la fiesta de Carnaval vestido de calle, pero con el traje (o simplemente un gorro o un antifaz) en el bolso. Seguramente, al ver que todos los demás van disfrazados, querrá ser uno más.

4. Ha tenido una mala experiencia

•    Cabe la posibilidad de que haya tenido una mala experiencia que asocie con el disfraz, circunstancia que solo suele darse si el hecho fue muy reciente.
•    En este caso debemos hablar con él. Si mamá y papá le explican que el disfraz no es malo, que no tuvo nada que ver con que se peleara con sus amigos o con que la profe le castigara ese día, puede que llegue a entenderlo.
No debemos forzar al niño
•    Los especialistas aconsejan no forzarle a disfrazarse si al final decide no disfrazarse.
•    Y mucho menos, elegirle e imponerle un traje que nos guste mucho a nosotros.
•    Puede que nos encante verle vestido de marinerito, pero que él se vea ridículo con ese gorro.

Además, los marineros no tienen los mismos poderes que los fantasmas, a los que nadie reconoce y pueden asustar. ¿Qué nos cuesta cortarle una sábana blanca vieja?
•    Otra opción seria disfrazarte con tu hijo, así se sentirá acompañado y tendrá mas confianza.
 




 ¡Dejemos, si es posible, que se exprese y viva el Carnaval a su
 manera!
 Dejo una página web para que tengas ideas en los disfraces  en este carnaval…..
FELIZ CARNAVAL A TODOS!!!


http://www.carnavalyhalloween.com/disfraz-disfraces-fiesta/index.php

viernes, 20 de enero de 2012

EL CUENTO PERFECTO PARA TU HIJO.


Si queremos enseñar a pensar a nuestros hijos, antes tenemos que enseñarles a usar la imaginación. Inventar cuentos tiene el poder de estimularla. La imaginación actúa como soporte del pensamiento y cumple tres funciones: revive las experiencias pasadas, proyecta el futuro y potencia la creatividad.
En el momento de inventar un cuento y de dar con un relato atractivo, no es necesario elaborar una historia con un sólido argumento; confía en ti, en tu capacidad de improvisación y en tus propios recursos para encontrar la historia capaz de hacer sonreír a tu hijo.
Y recuerda, no sólo tienes que inventar tú los cuentos, deja que tu hijo lo haga contigo, le encantará participar. 
De 1 a 2 años
Sus ojitos se abren de par en par cuando le enseñamos en el cuento el dibujo de un niño que se llama igual que él. ¡Qué casualidad! Y además…tiene un perro, un gato, un coche, un tren… ¡como él! Se emociona, intenta decir algo pero…acaba gritando al libro y señalando al mismo tiempo las imágenes que ha reconocido.
Disfruta tanto escuchando cuentos como observando las imágenes del libro. Ofrécele historias que puedan ilustrarse con dibujos familiares y cotidianos.
Seamos exigentes con las imágenes del libro y con la calidad de la fotografía. Deben ser fácilmente identificables y que den impresión de realidad.
Le gusta "leer" en todas partes y a todas horas: en el baño, entre cucharada y cucharada de sopa... Son libros adaptados a las peculiares condiciones de nuestros pequeños lectores, hechos con materiales resistentes como cartón, plástico, tela… Les muestran texturas variadas y les permite reconocer en los libros el terciopelo, la lana. Cuentos con ilustraciones fácilmente identificables y atractivas, que hacen que los pequeños aprendan a diferenciar objetos y a memorizar sus nombres. Otros proporcionan pequeñas marionetas para representar las historias o animales de peluche protagonistas del cuento. Otros van acompañados con sonidos o música.
A continuación te sugiero una  colección de cuentos adecuadas para esta edad:
Colección Sorpresa, editorial Bruño. Los colores, El cuerpo, Los bebés o La hora de dormir. Cuatro títulos para que tu bebé aprenda levantando todas las solapas, que esconden muchas sorpresas y texturas... que desarrollarán su capacidad de atención y su memoria. 

De 2 a 4 años
Los niños comienzan a ser exigentes con los cuentos, con nuestros argumentos y explicaciones. Quieren comprender y no perderse nada. Tendremos que proporcionar a nuestro hijo historias sencillas, afectivas y de acción lineal, que no sean complejas ni excesivamente largas.
Las primeras historias que contaremos son aquellas en las que aparecen elementos que a nuestro hijo le son familiares y que encuentra en su vida habitualmente: nosotros, el perro, el gato, la hormiga, etc. Le interesan los relatos formados por episodios similares a los de su vida cotidiana: levantarse, desayunar, lavarse los dientes, etc.


Los cuentos de animales les fascinan. Estos personajes pueden estar humanizados o no y ser los protagonistas de narraciones reales o ficticias. De todas formas, les encantarán.

Además de los cuentos, le fascinará escuchar nuestra versión sobre alguna historia real protagonizada por él mismo en su infancia o por algún miembro de su familia. Contémosle qué sucedió aquel día que tiró el chupete a la basura o cuando su hermano se cayó a un charco lleno de barro… ¡La atención está asegurada!
A continuación te sugiero una serie de colecciones de cuentos adecuadas para estas edades:
Colección Ventanas Mágicas (editorial S.M.). Cuentos con sorpresa, tu hijo se divertirá mucho abriendo las ventanas del libro. 
Colección Teo observa y se divierte (editorial Timun Mas). Cuentos en los que el famoso personaje de Teo descubre el mundo y con los que tu hijo desarrolla la observación. 
Soy grande soy pequeño (editorial Ekare)
  De 4 a 7 años
Ahora quieren gigantes, enanos, sirenas, dragones. Ahora castillos, príncipes y princesas, habichuelas mágicas y hadas complacientes. Quieren fantasía y creatividad. Su expresión oral y su comprensión les permiten exigir calidad en sus cuentos, emoción e imaginación. Es el momento de contarle los cuentos de hadas con argumentos sencillos como Blancanieves, Pulgarcito, La Sirenita, Piratas."
Preferencias de los niños durante este periodo:
Cuentos con estructura repetitiva: cada repetición hace que el cuento sea más familiar y reduce en nuestro hijo el esfuerzo de atención. La repetición, además, le estimula intelectualmente para seguir sin perderse un encadenamiento de aventuras. Por ejemplo: Rizos de Oro, Cuentos de animales. 
Cuentos de acción rápida: cuanto más rápido se suceden los acontecimientos de la historia más atención nos prestará nuestro hijo al explicarle el cuento.

No te desanimes si al principio tu hijo se distrae. Empezará a prestar atención a medida que vaya comprendiendo e interesándose por la trama y las aventuras de los personajes.
Colecciones que proponen cuentos muy amenos son:
Cuentos de ambiente familiar: en casa, en la escuela, en el zoo.
Colección Piratas Barco de Vapor (editorial S.M.) 
Caperucita roja y el lobo feroz (Hermanos Grimm) 
Colección Tento de Ricardo Alcántara (editorial Edelvives) 
Colección Cuentos clásicos (Disney)

martes, 3 de enero de 2012

TENGO CELOS POR MI NUEVO HERMANITO!


Los psicólogos consideran que los celos que sienten los bebés y niños cuando viene en camino o nace un nuevo hermanito, es una reacción normal e incluso necesaria y advierten que los niños celosos pueden presentar síntomas muy variados como regresión a etapas evolutivas ya superadas (lloros continuos), trastornos emocionales o físicos (cambios de humor y cierta agresividad), que no siempre son fácilmente reconocibles como celos.
Todos estos problemas pueden controlarse en gran medida si los progenitores preparan a los pequeños para la llegada del bebé, fomentando sobre todo la autoestima y la confianza del menor y haciéndole partícipe de todo lo relacionado con la llegada del nuevo miembro de la familia.
En definitiva deben actuar con mucho cariño, pero con firmeza y sin perder de vista sus criterios educativos.

Causas de los celos
Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducido el cariño de alguien querido. Este sentimiento provoca la envidia hacia la persona a la que se considera un rival en la búsqueda de ese amor fraternal, así el primogénito de la familia se siente como el príncipe destronado y no puede evitar sentir un cierto rechazo hacia el nuevo bebé.
Aunque los celos se suelen asociar a aspectos negativos, muchos expertos los consideran algo absolutamente natural por lo que no hay que alarmarse en exceso, aunque sí recomiendan ciertas pautas para intentar que se reduzcan y se controlen con el fin de que no lleguen a extremos más graves.

Los síntomas más comunes
Síntomas físicos: Dolor de estómago y vómitos, alteración o falta de apetito, alteración del sueño o necesidad de compañía para dormirse, supuestos dolores de varios tipos que pueden llegar a inventarse.
Trastornos emocionales: Son desobedientes y negativos, sufren cambios de humor sin motivos aparentes, mayor agresividad, lloros continuos. Se suelen mostrar más mimosos de lo habitual, no quieren ir a la guardería, ignoran al bebé, no quieren hablar de él y hacen como que no existe y los intentos de llamar la atención de los mayores son constantes.
Regresión a etapas evolutivas ya superadas: Casi siempre se trata de un intento de imitar al bebé para captar la atención de los padres y madres: el niño vuelve a hacerse pis en la cama, habla con voz o palabras infantiles, quiere volver a comer con rituales más infantiles como el biberón, etc.

Errores más comunes
 El principal error que se comete es decirle, que llega un nuevo hermanito para JUGAR, cuando eso no será así, porque lo primero que le dirán es: NO LO TOQUES, TRATALO CON CUIDADO QUE ES PEQUEÑO. El niño de primer momento sentirá rechazo y comenzaran sus síntomas. Lo mejor es decirle que llegara un hermano, será muy pequeñito tendremos que tratarlo con cariño y delicadeza y tu tendrás que ayudar pues como hermano mayor le debes enseñar todo lo que sabe, para que cuando crezca puedas jugar con el.
Otra de las principales equivocaciones es no explicarle al niño la llegada del nuevo hermano. Hay que hacerle partícipe del bebé que va a llegar y de los cambios que van a afectar la rutina familiar.
Error habitual es la comparación entre hermanos cuando ya son algo mayores, cada niño es un mundo y hay que intentar tratarlos como iguales, resaltando las aptitudes que cada uno tiene, evitando las comparaciones.
¿Cómo deben actuar los padres y madres ante la llegada de un nuevo hermano?
Es recomendable que unos meses antes de que nazca el bebé, durante el embarazo, papá y mamá hablen con los hermanos y les comenten los cambios que se van a ir produciendo, aunque sin saturarlos con mucha información. Hay que hacerles ver la parte positiva de tener un nuevo bebé en la familia.
Otro momento clave para el que hay que preparar a los pequeños es la ausencia de la madre o el padre tras el parto. Los expertos recomiendan tratarlo con antelación: que el niño o niña sepa con quién se va a quedar y avisarle de todo lo que va a ocurrir para que no le cause inseguridad o sorpresa.

Consejos para evitar los celos
Una vez que el nuevo miembro de la familia llega a casa conviene seguir una serie de consejos con el fin de controlar los inevitables celos:
Involucrar a los hermanos mayores en el cuidado del bebé para fomentar su independencia y responsabilidad, PERMITELE que se sienta como el hermano MAYOR. Ejemplo: pídele ayuda al momento de cambiar los pañales, diciéndole “Roberto podrías traerme los pañales del bebe”, o cualquier otro objeto que el pueda transportar. Hazlo sentir importante.      Recordarles cómo eran ellos de pequeños, qué cosas hacían. Ejemplo: enseñarle fotos para que se acuerden y vean que también pasaron por las mismas cosas.
Emplear más premios y estímulos que castigos y amenazas, teniendo claro que se trata más de premios afectivos que materiales. Ejemplo: luego de que traiga los pañales darle un gran beso y decirle “eres el mejor hermano mayor”, aliéntalo con palabras o gestos positivos. 
  Mantener en lo posible sus rutinas. Ejemplo: leerle un cuento antes de dormir o salir al parque el sábado por la mañana si es lo que venía haciendo antes de la llegada del hermano.
  
¿Cuándo se debe recurrir a un profesional para tratar los celos?
A pesar de que los celos es un síntoma común después de la llegada de un nuevo bebé, hay que poner atención cuando las actitudes del hermano sean violentas con el fin de perjudicar al bebé. Por eso, cuando los celos pasen la barrera de lo “normal” hay que acudir a un especialista.
No hay que preocuparse en exceso: en la mayoría de los casos, los celos no son ni tan graves ni tan duraderos como los padres pensamos. Es la forma que tiene el pequeño de expresar sus sentimientos por los cambios, y lo habitual es que desaparezcan cuando se acostumbre a ellos. Pero de momento, piensa que ese intruso ha llegado para sustituirle. Este sentimiento es normal y necesario: un niño que no expresa ningún tipo de celo, por pequeño que sea, puede que esté escondiendo algún otro problema