¿Cambiar o no de colegio a un hijo? Esta es una cuestión que preocupa a
muchos padres y que en ocasiones el cambio responde a una necesidad, como la
que se plantea cuando la familia cambia de domicilio, a una ciudad o país
diferente. Sin embargo, en otras es una decisión que obedece a los resultados y
comportamientos del propio niño.
No hay que olvidar que un cambio de colegio puede ser una situación muy estresante y angustiosa para un niño que ya ha formado sus relaciones sociales en un determinado centro, por lo que es muy importante cómo y cuándo plantear la cuestión. Por eso hay que hacerles comprender los motivos del cambio y ayudarles en la adaptación al nuevo centro.
No todos los colegios son adecuados para todos los alumnos,
ya que son muchos los factores que influyen en el “éxito escolar”. Así, es tan
importante que el niño vaya a gusto a clase porque congenie bien con sus
compañeros, como la relación que mantenga con los profesores, que pueden
cambiar de un año a otro, y la metodología de los contenidos y materias que se
imparten.
Si un niño va contento al colegio cuenta con antecedentes favorecedores para
evitar el fracaso escolar, ya que el resultado académico suele revelar que está
ajustado al entorno. Pero en ocasiones el niño puede estar muy adaptado pero
tener dificultades específicas que no le permitan obtener logros y evolucionar
adecuadamente.
En todos los casos, tras decidir que el niño debe cambiar de centro, se
inicia el proceso de buscar un nuevo colegio. La labor de los padres no acaba
cuando se hace la nueva matrícula, sino que deben ayudar a hacer que el menor
lo acepte y, sobre todo, estar atentos a su comportamiento durante los primeros
meses para detectar cualquier signo que manifieste que requiere ayuda personal.
Un niño puede adaptarse bien a un determinado colegio, que sin embargo no
sea el óptimo para otros niños, ya que aunque todos los colegios imparten las
mismas asignaturas, cada centro potencia unos determinados aspectos y la
disciplina varia y hay rasgos implícitos del ideario.
Por ello, es aconsejable evaluar las necesidades y circunstancias de cada
menor y de la familia a la hora de tomar esta decisión. Así, un niño tímido o
con problemas de relación puede encajar mejor en un colegio pequeño; con niños
hiperactivos puede estar más indicado un centro con actividades extraescolares
y para necesidades especiales les será más fácil los que facilitan la
adaptación curricular.
¿Por qué un cole nuevo?
En todos los casos es muy importante que los niños comprendan por qué se les
cambia de colegio, que se sientan confiados y se les trasmita que es lo mejor
para ellos.
Cuando se plantee la situación, los padres deben destacar los aspectos positivos del cambio, como es que vaya a hacer nuevos amigos y vivir nuevas experiencias, sin tener por ello que dejar de lado ni olvidar los antiguos.
Cuando se plantee la situación, los padres deben destacar los aspectos positivos del cambio, como es que vaya a hacer nuevos amigos y vivir nuevas experiencias, sin tener por ello que dejar de lado ni olvidar los antiguos.
No hay que olvidar ni minimizar el miedo que pueden sentir los niños ante
los cambios, el temor a no ser aceptados, a no hacer amigos, a lo que se suma
la tristeza por dejar atrás a su amigos y compañeros anteriores.
Una vez realizado el cambio, no se debe bajar la guardia y hacer un
seguimiento del niño, vigilar su adaptación. Por ello hay que fortalecer la
comunicación, darles pie para que expliquen cómo se sienten
La edad es importante, en general cuanto mayor sea, más
costará el proceso, tanto el de dejar amigos con los que ya ha establecido
vínculos, como hacer nuevas relaciones, especialmente cuando se llega a una
clase donde ya están los grupos hechos y eres el único nuevo.
En la
adolescencia las dificultades son mayores y la reticencia de los menores a
cambiar su círculo también. A esa edad es tan difícil encajar en un nuevo grupo
de amigos, como que una pandilla ya establecida acepte a un nuevo miembro.
La incertidumbre puede generar ansiedad, por eso puede ayudar una persona
que sirva de nexo de unión, por ejemplo algún amigo que vaya al mismo colegio.,
La adaptación dependerá de los motivos que hayan provocado
el cambio. Será más difícil si el niño no quería cambiar y ha sido decisión de
los padres, ya sea por necesidad o por rendimiento académico o amistades. De la
misma forma, si el niño tenía problemas en su anterior colegio será más
receptivo al cambio.
Sea como sea, de su actitud dependerá el resultado de la adaptación por lo
que se le deben dar claves que le ayuden en esta nueva situación. Cuanto más
abierto y sociable sea menos problemas se generarán, pero si ya parte con una
autoestima baja puede ser difícil su integración.
No tener prisas, hay que darle tiempo para que se haga su espacio y tome
confianza”.
Recuerda…
-Los expertos recomiendan involucrar a los niños en el
cambio, pero no dejarles a ellos la decisión.
-A la hora de buscar un nuevo colegio tener en cuenta tanto
el aspecto académico como que se ajuste a la personalidad del menor.
-Es importante que el menor sepa por qué le cambian de
colegio
-Hacerle entender que no perderá a sus viejos amigos, sino
que ganará nuevas amistades.
-Si se va a cambiar de colegio mejor antes que tarde, ya
que en la adolescencia es más problemático
-Recordar al niño que es un proceso lento que el también
tiene que poner de su parte y dar tiempo a sus nuevos amigos para que lo
acepten
-Hay que tener paciencia con sus cambios de humor, ya que
necesita tiempo para adaptarse.
MOTIVOS PARA CAMBIAR DE CENTRO:
-CAMBIO DE SITUACION FAMILIAR: En estos casos la necesidad
obliga. Si los padres cambian de residencia o por problemas económicos
-MALA ADAPTACION: del niño al entorno del colegio, aunque
tenga buenas notas
-BAJO RENDIMIENTO
-CONFLICTOS EN EL AULA o sufre
bullyng y el centro no tiene recursos para resolver el problema.