Después parto, la mamá quiere recuperar su figura.
Pero no se trata sólo de perder peso, hay que volver a recuperar el tono
muscular y combatir la flacidez. Controlar la alimentación no es el único paso
a seguir, el ejercicio es fundamental.
En este momento, los músculos abdominales son más elásticos que nunca. Si los estimulas, podrás obtener resultados sorprendentes. No obstante, antes de iniciar cualquier actividad física, recuerda que debes consultar a tu médico, que sabrá indicarte si ya puedes realizar ejercicio o si es mejor esperar más.
De todos
modos, no te olvides que el niño te está "robando" mucha energía,
entre los despertares nocturnos, las tomas y los cuidados que necesita, por lo que no debes
fatigarte en exceso y debes reservarte algunos momentos para descansar.
La postura
correcta también es muy importante para recuperar la forma después del parto. Por ejemplo, durante los nueve meses, la espalda ha
sufrido el peso de la barriga y todavía ahora, que ya tienes al bebé en tus
brazos, tiende a encorvarse. Por lo tanto, debes habituarte a mantener una
postura bien recta y a meter la barriga hacia dentro cuando estés de pie, de
manera que contraigas los abdominales y empieces a recuperar el tono. Volver al
gimnasio, sobre todo al principio, te puede resultar difícil, por lo que puedes
empezar a hacer ejercicio aprovechando cualquier ocasión. La constancia es
fundamental para obtener buenos resultados, así que es mejor hacer ejercicio todos
los días, aunque sea cinco minutos, que darte una "paliza" de vez en
cuando.
Si no
tienes ningún aparato de gimnasia en
casa, da largos
paseos a paso ligero. Además, si empujas el cochecito, el trabajo aún será más
eficaz, y el hecho de permanecer al aire libre en verano también es beneficioso
para el bebé. De vez en cuando, ve a la piscina y deja que papá cuide del
pequeño; además de proporcionarte un bienestar físico, te ayudará a dedicarte
un poco de tiempo para ti sola
Puede ser divertido para él y muy provechoso para ti y tu puesta en
forma. -Poner dura tu barriga. Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas, coge a tu bebé sujetándolo frente a ti, de manera que descanse sobre tus brazos. Inicia un movimiento de balanceo hacia delante y atrás al mismo tiempo que contraes los músculo del abdomen. Cuenta hasta 30 repeticiones en voz alta.
-Piernas más fuertes. Sujeta al bebe en brazos, con las piernas ligeramente separadas. Pon la espalda recta y dobla las rodillas, simulando una sentadilla. Mantente así unos segundos y vuelve a la posición inicial. Repite el mismo movimiento en 10 ocasiones.
-¡Glúteos arriba! Túmbate en una alfombra, con los las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Sienta a tu hijo en la barriga y levanta la espalda mientras contraes los músculos de los glúteos.
-Acude a una piscina en la que existan cursos para bebés. Los dos disfrutaréis muchísimo y tú, sin darte cuenta, estarás haciendo ejercicio.
A la hora de hacer ejercicio sólo tienes que tener en cuenta el proteger tus pechos. Es recomendable amamantar al bebé antes de ponerte a practicar ejercicios, para tener los senos más libres de leche y poder realizar la actividad más cómodamente.
Un curioso estudio sugiere, que los bebés prefieren la leche de producen sus madres una hora después de haber practicado ejercicios.No te machaques practicando deporte, recuerda que pretendes mantenerte en forma, recuperar el tono muscular y mantener un estado anímico positivo. Ya tendrás tiempo de recuperar la silueta cuando tu bebé empiece a caminar y tengas que salir corriendo tras él....
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