Alrededor
del quinto o el sexto mes de embarazo es el momento de
empezar a preparar el dormitorio de tu bebé. Saber el sexo de tu
hijo, te ayudará mucho en la elección del tema para la decoración de su
habitación, aunque hoy en día los criterios permiten mezclas. Por ejemplo, el
tema de ositos, animales, jardines,
cielo y otros, se usa tanto para niños como para niñas. En cambio, cuando el
tema es más puntual como en el caso de Princesas
o Toy Story, es posible encontrar el set completo del tema como las sábanas, la manta, el edredón, muebles, cuadros, cortinas,
en fin... todo ya hecho para convertir la habitación del bebé en un auténtico
decorado.
COLORES EN LA HABITACIÓN DEL BEBÉ
Los colores de la habitación abandonan
cada vez más el tradicional azul para niños y el rosa para las niñas. Hoy en
día muchas familias optan por el beige, el amarillo claro, e incluso por el
lila. Hay pinturas para todos los gustos, en tonos fuertes o suaves. Para los
más pequeños de la casa, se recomiendan los colores más suaves, que revelan
tranquilidad.
COLORES SEGÚN EL FENG-SHUI:
los colores neutros son los recomendados como el Blanco
roto, crudo, beige claro, tonos piedra, lino o perla. Con la combinación de colores evitaremos cruces energéticos y lograremos el
equilibrio armónico que buscamos.
COLORES PARA TRANMITIR TRANQUILIDAD: madera, habano, crudo, maíz o beige transmiten tranquilidad y quietud, por lo que pueden ser adecuados para niños muy excitables.
COLORES PARA TRANMITIR TRANQUILIDAD: madera, habano, crudo, maíz o beige transmiten tranquilidad y quietud, por lo que pueden ser adecuados para niños muy excitables.
ROSA PARA NIÑA: tiene efectos calmantes y relajantes. Es un
color que promueve la calma, la afabilidad y el afecto. El dicho popular:
"lo ves todo de color de rosa", refleja fielmente su significado: ingenuidad,
bondad, ternura.
COLORES NARANJAS:
color del fuego y ha sido escogido como señal de precaución. Puede expresar
regocijo, fiesta, placer, aurora y presencia de sol. Atrae la vista, estimula
el apetito, la conversación y la caridad. Es el color de la vitalidad, la
alegría y la felicidad.
COLORES
VERDES: Transmite seguridad, expansión y anima el crecimiento
emocional. Proporciona mayor actividad cerebral, calma el estado de ánimo y
actúa como desintoxicante. Es el color de la relajación por excelencia porque
reduce la tensión.
AZUL PARA NIÑO: Tiene un efecto calmante,
tranquilizador y de serenidad. Ayuda a conciliar el sueño, produce sensaciones
de tranquilidad y paz.
COLORES
AMARILLOS: Es el color del sol, del día, del optimismo y de la claridad.
No es recomendable para el cuarto de los bebés, pues lloran más en habitaciones
amarillas. Por otro lado, estimula la capacidad intelectual y el aparato
digestivo, remedia las dolencias hepáticas y los dolores musculares, eleva el
ánimo.
BLANCO PURIFICANTE: Expresa
inocencia, paz, infancia, divinidad, estabilidad, calma, y armonía Irradia
pureza y limpieza. El blanco tiende a estimular la actividad intelectual y
favorece la imaginación.
ILUMINACIÓN DE LA HABITACIÓN DEL BEBÉ
Se aconseja
dos tipos de lámparas: una en el centro del techo, y otra en formato de media
luna en una de las paredes del cuarto. Esta última, la puedes utilizar en el
caso de que el bebé necesite cuidados durante la noche, sin tener que ser
incomodado con la luz más fuerte. Una luz tenue puede ayudar también al bebé a
que sueño. Las cortinas son necesarias para controlar la entrada de luz natural
durante el sueño diurno del bebé. Se recomienda que usemos las que están hechas
de materiales que no atrapen mucho polvo. El mismo consejo se puede aplicar al
protector de la cuna y a la colcha. Que sean de un tejido que no absorba tierra
y ningún tipo de polvo. Cuanto más sencillo sea el moviliario de la habitación, mejor. Al
principio, el bebé necesitará de una cuna, un armario y un cambiador. Luego,
sería conveniente que tuviera un baúl para los jugueticos, una silla
y una mesita de actividades para cuando empiece a hacer sus primeros trazos, y un
parque o una cuna-parque para cuando esté sentadito jugando. La posición y
distribución de los muebles son muy importantes porque van a determinar la
practicidad a la hora de usarlos.
TIPOS DE COLCHONES PARA LA CUNITA:
Existen
cuatro tipos distintos por sus materiales y precios. El de espuma es el más
barato, es antialérgico, pero menos higiénico. El de muelles es el segundo más
barato, y su ventaja es que dispone de dos caras distintas: una para los meses
más calientes y otra para los meses más fríos. El tercer tipo es el de fibra de
coco. Tiene mejor higiene porque impide la acumulación de humedad, pero es más
caro que los dos primeros. El cuarto es de látex, el más higiénico, y el que
mejor se adapta al cuerpo del bebé.
SEGURIDAD PARA LA
HABITACIÓN DEL BEBÉ:
El ambiente en el que tu bebé va
crecer debe ser cálido, agradable, estimulante, cómodo,... Un espacio en el que
el bebé se sienta protegido y arropado. Por lo tanto, es necesario que sea
extremamente seguro. Usa pinturas no tóxicas, muebles con bordes redondeados, protectores de
enchufes, de cajones, de puertas y
ventanas, además de cubre radiadores. Guarda bien los medicamentos, las
pomadas, y otros materiales que el bebé pueda llevarse a la boca. Evita los
objetos de cristal, de cerámica, u otros que puedan romperse y dañar al bebé. Es muy importante que la habitación del bebé no esté
sobrecargada de cosas, de peluches, y otros objetos decorativos. En los
primeros meses, evita las alfombras. Atrapan muchos ácaros y tierra, lo que
puede provocar alergias
al bebé Una habitación cargada de
objetos es más difícil de limpiar, y la limpieza es un factor importante para
la salud del bebé. Además, la habitación debe tener una buena ventilación.
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