Los niños pequeños disfrutan de la música. A
ellos les gusta escuchar instrumentos musicales y cantar canciones. Los adultos
captan este interés temprano de sus hijos al brindarles oportunidades para que
realicen actividades musicales. Bríndele al niño muchas oportunidades de
este tipo, permítale escuchar y experimentar con distintos estilos de música.
El canto es natural en los niños y es una
expresión vocal de su propia identidad. Al niño le gusta aprender
canciones y anticipar las palabras o frases que siguen. Cante a menudo con
ellos para fomentar su amor por la música.
También les encanta moverse al compás de
los sonidos musicales. Los bebés y los más pequeños disfrutan golpeando con sus
piernas, balanceando sus brazos y moviendo sus cuerpos. Animémolos a
bambolearse, saltar, mover los brazos y bailar. A medida que crezcan,
disfrutarán de los instrumentos musicales tales como la batería, los
triángulos, los palos de percusión o las panderetas.
La música contribuye a fomentar el desarrollo
intelectual, desarrollar la aptitud física, manejar los sentimientos personales,
desarrollar el gusto por las tradiciones culturales del individuo y crear
oportunidades para la propia expresión. Una temprana exposición a la música no
sólo contribuye a mejorar la aptitud musical futura del niño sino también lo
ayuda a mejorar su aptitud para aprender matemáticas. Las investigaciones
realizadas sobre el cerebro humano han revelado que la porción de cerebro
utilizado para el aprendizaje de la música está al lado de la porción encargada
del aprendizaje de las matemáticas y la lógica. Esto probablemente explica por
qué las personas que son talentosas para la música tienden a ser excelentes en
sus habilidades matemáticas.
Recientes investigaciones muestran que la música
también contribuye al desarrollo saludable de los niños pequeños. La música crea un ambiente rico que fomenta la autoestima y promueve
el desarrollo social, emocional e intelectual.
Al incluir la música como parte de su educación,
los niños disfrutarán momentos de alegría en los que tienen la oportunidad de exteriorizar la comunicación, movimiento, socialización y
creatividad, además les brinda la oportunidad de promover el aprendizaje, estimulando su desarrollo y
fortaleciendo su aptitudes para establecer relaciones fuertes y sanas con otras personas.
La música se encuentra alrededor nuestro. Esos
sonidos cotidianos que escuchamos a diario en cualquier parte son música,
tienen ritmos que se convierten en melodías. Podemos ayudar a nuestros hijos a
desarrollar su habilidad de escuchar y su creatividad para que descubran esos
sonidos musicales que nos rodean.
Lo especial de la música es que nos permite
aprender sobre el mundo que nos rodea. Gracias a ella se obtiene:
• Palabras, bases para construir el lenguaje y la
capacidad de leer y escribir.
• La repetición, reforzando el aprendizaje.
• Los patrones para ayudar a anticipar lo que sigue.
• Un compás rítmico que ayuda a tener una mejor coordinación.
• Melodías que llaman la atención y nuestro agrado.
• La repetición, reforzando el aprendizaje.
• Los patrones para ayudar a anticipar lo que sigue.
• Un compás rítmico que ayuda a tener una mejor coordinación.
• Melodías que llaman la atención y nuestro agrado.
La música colabora con las habilidades para el
desarrollo. Con la música se puede:
• Generar coordinación permitiendo a los niños
seguir un compás y usar sus mentes, voces y cuerpos
en conjunto.
• Ayudar a los niños mayores a compartir, hacer amigos, y sentirse cómodos en grupo.
• Fomentar el desarrollo del lenguaje por medio de historias, rimas y ritmos.
• Despertar la creatividad permitiendo a los niños llenar los vacíos de las palabras, descubrir sonidos o inventar canciones.
• Construir relaciones, comunicar sentimientos, dar comodidad y consuelo.
• Desarrollar la motricidad fina y gruesa a través de juegos con los dedos, el baile o la interpretación de instrumentos.
• Desarrollar la individualidad permitiendo a los niños descubrir sus propios sonidos y estilos de música.
en conjunto.
• Ayudar a los niños mayores a compartir, hacer amigos, y sentirse cómodos en grupo.
• Fomentar el desarrollo del lenguaje por medio de historias, rimas y ritmos.
• Despertar la creatividad permitiendo a los niños llenar los vacíos de las palabras, descubrir sonidos o inventar canciones.
• Construir relaciones, comunicar sentimientos, dar comodidad y consuelo.
• Desarrollar la motricidad fina y gruesa a través de juegos con los dedos, el baile o la interpretación de instrumentos.
• Desarrollar la individualidad permitiendo a los niños descubrir sus propios sonidos y estilos de música.
Proporcionemos a los pequeños un entorno
donde pueda cantar canciones y producir sonidos musicales de manera espontánea
durante el juego. Los beneficios pueden ser para siempre
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