sábado, 9 de marzo de 2013

MI HIJO MUERDE, ¿QUE DEBO HACER?



"Nuestro hijo empezó a morder cuando le salieron los primeros dientes. Lo hace sobre todo cuando se enfada, pero otras veces lo hace por las buenas. Tenemos miedo de que muerda a sus compañeros cuando llegue el momento de llevarle al colegio” FRASE  Y PREOCUPACION DE MUCHOS PADRES.
Lo primero que voy a explicar es porque los niños muerden:
Por increíble que parezca, morder es parte normal del desarrollo temprano de todo niño. Los bebés y los pequeños que recién empiezan a caminar muerden por diversas razones que van desde el proceso de dentición hasta la exploración de objetos con la boca. Cuando aprenden la relación causa-efecto, muchas veces intentan morder a las personas para obtener una reacción. Morder también puede ser una forma que encuentra el niño para llamar la atención o expresar sus sentimientos. La frustraciónla ira y el miedo son emociones muy fuertes y los pequeñitos no tienen los recursos para lidiar con ellas. Por tanto, es un lenguaje para decir: “Estoy aquí” o sencillamente “Eso no me gusta”.
Es un comportamiento más frecuente en los niños de 1 a 2 años y tiende a desaparecer en la medida que se aprenden otras habilidades de comunicación.
El hábito de morder normalmente se origina por uno de cuatro factores diferentes:
Experimentación:
Los bebés y los niños pequeños muerden para experimentar y explorar el mundo que los rodea. Se llevan todo tipo de objetos a la boca y a veces los muerden. Usted puede contribuir a erradicar esta mala costumbre diciéndoles: "¡No, morder duele!" y manteniéndose firme. También ofrézcales cosas que puedan morder de modo seguro como por ejemplo, anillos para la dentición.
Frustración:
Un niño pequeño puede también morder si se siente frustrado o incapaz de enfrentar una situación. Hasta que aprenda a jugar cooperativamente, es posible que responda a las demandas de los demás niños pegándoles o mordiéndolos.
Impotencia:
Es posible que un niño muerda cuando necesita sentirse fuerte. Por ejemplo, el niño más pequeño de la familia puede a menudo llegar a morder a alguien sólo para ganar poder.
Estrés:
Un niño puede morder si siente un gran estrés emocional. Tenga siempre en cuenta que el hecho de que el niño muerda a alguien puede llegar a tratarse de un signo de sufrimiento o dolor cuando se siente enfadado o enojado.
¿QUE HACER SI MI HIJO MUERDE? 

Consolar primero a la víctima

Dirige tu atención a la persona que ha sido mordida, especialmente si es otro niño. No debes señalar en primer lugar la conducta errada pues la reforzarías. Recuerda que el mordedor quiere llamar la atención. Si ha habido alguna lesión, desinfecta el área del herido con jabón y agua. Luego aplica hielo. Pero la atención debe estar fijada siempre en el herido, para que el quede en segundo plano y vea que  esta manera no es la correcta para llamar tu atención.

Permanece calmado y firme

Dirígete a tu hijo con firmeza  agachado a su nivel y diciendo: “¡Morder hace daño y duele!”. Utiliza una frase simple que el pequeñito pueda entender. Deja claro que morder está mal pero sin dar explicaciones que aún no puede entender. Mientras más calmadamente reacciones, más rápidamente se solucionará el problema.

Consuela al mordedor si lo necesita

A menudo sucede que los niños que recién caminan no entienden que morder duele. Es correcto consolar a un menor si se siente culpable por haber lastimado a su amigo.( esto si es la primera vez, si la conducta es repetida pues lo mejor es ignorarlo)

Ofrece alternativas

Cuando todo se haya calmado, sugiere alternativas que sean a través de palabras, por ejemplo: “Stop”, “Detente”, para comunicarse con los otros y así evitar que vuelva a morder, pues al escuchar estas palabras lo asociara y entenderá.

Desvía la atención

Las distracciones obran maravillas en los niños de esta edad. Si los niveles de energía y emociones están muy altos ya, o hay aburrimiento, encauza la atención hacia otro tipo de actividades más novedosas: cantar, bailar, colorear u otro juego, un juego de disfraces
Felicitarlo:
Elógielo cuando no muerde, de esta manera podrá darse cuenta que haciendo cosas positivas llama más la atención de papá y mamá.



Si los pasos anteriores no resuelven, puede ser efectivo hacer una pausa: se lleva al niño hacia un lugar más alejado por un minuto y se le calma. El castigo no suele ser necesario en estas edades pues morder es normal y muchos no entienden que están causando daño a otras personas. Pero sí recuerda ser firme y llevar a cabo cada uno de los pasos anteriores, es una excelente manera de educar mejor a tu hijo y evitar de esta manera que pueda morder en el colegio.

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