sábado, 22 de junio de 2013

Cuando y porqué cambiar a un niño de colegio



¿Cambiar o no de colegio a un hijo? Esta es una cuestión que preocupa a muchos padres y que en ocasiones el cambio responde a una necesidad, como la que se plantea cuando la familia cambia de domicilio, a una ciudad o país diferente. Sin embargo, en otras es una decisión que obedece a los resultados y comportamientos del propio niño.

No hay que olvidar que un cambio de colegio puede ser una situación muy estresante y angustiosa para un niño que ya ha formado sus relaciones sociales en un determinado centro, por lo que es muy importante cómo y cuándo plantear la cuestión. Por eso hay que hacerles comprender los motivos del cambio y ayudarles en la adaptación al nuevo centro.

No todos los colegios son adecuados para todos los alumnos, ya que son muchos los factores que influyen en el “éxito escolar”. Así, es tan importante que el niño vaya a gusto a clase porque congenie bien con sus compañeros, como la relación que mantenga con los profesores, que pueden cambiar de un año a otro, y la metodología de los contenidos y materias que se imparten.

Si un niño va contento al colegio cuenta con antecedentes favorecedores para evitar el fracaso escolar, ya que el resultado académico suele revelar que está ajustado al entorno. Pero en ocasiones el niño puede estar muy adaptado pero tener dificultades específicas que no le permitan obtener logros y evolucionar adecuadamente.

En todos los casos, tras decidir que el niño debe cambiar de centro, se inicia el proceso de buscar un nuevo colegio. La labor de los padres no acaba cuando se hace la nueva matrícula, sino que deben ayudar a hacer que el menor lo acepte y, sobre todo, estar atentos a su comportamiento durante los primeros meses para detectar cualquier signo que manifieste que requiere ayuda personal.

Un niño puede adaptarse bien a un determinado colegio, que sin embargo no sea el óptimo para otros niños, ya que aunque todos los colegios imparten las mismas asignaturas, cada centro potencia unos determinados aspectos y la disciplina varia y hay rasgos implícitos del ideario.

Por ello, es aconsejable evaluar las necesidades y circunstancias de cada menor y de la familia a la hora de tomar esta decisión. Así, un niño tímido o con problemas de relación puede encajar mejor en un colegio pequeño; con niños hiperactivos puede estar más indicado un centro con actividades extraescolares y para necesidades especiales les será más fácil los que facilitan la adaptación curricular.

¿Por qué un cole nuevo?
En todos los casos es muy importante que los niños comprendan por qué se les cambia de colegio, que se sientan confiados y se les trasmita que es lo mejor para ellos.
Cuando se plantee la situación, los padres deben destacar los aspectos positivos del cambio, como es que vaya a hacer nuevos amigos y vivir nuevas experiencias, sin tener por ello que dejar de lado ni olvidar los antiguos.

No hay que olvidar ni minimizar el miedo que pueden sentir los niños ante los cambios, el temor a no ser aceptados, a no hacer amigos, a lo que se suma la tristeza por dejar atrás a su amigos y compañeros anteriores.

Una vez realizado el cambio, no se debe bajar la guardia y hacer un seguimiento del niño, vigilar su adaptación. Por ello hay que fortalecer la comunicación, darles pie para que expliquen cómo se sienten

La edad es importante, en general cuanto mayor sea, más costará el proceso, tanto el de dejar amigos con los que ya ha establecido vínculos, como hacer nuevas relaciones, especialmente cuando se llega a una clase donde ya están los grupos hechos y eres el único nuevo.

En la adolescencia las dificultades son mayores y la reticencia de los menores a cambiar su círculo también. A esa edad es tan difícil encajar en un nuevo grupo de amigos, como que una pandilla ya establecida acepte a un nuevo miembro.

La incertidumbre puede generar ansiedad, por eso puede ayudar una persona que sirva de nexo de unión, por ejemplo algún amigo que vaya al mismo colegio.,

La adaptación dependerá de los motivos que hayan provocado el cambio. Será más difícil si el niño no quería cambiar y ha sido decisión de los padres, ya sea por necesidad o por rendimiento académico o amistades. De la misma forma, si el niño tenía problemas en su anterior colegio será más receptivo al cambio.
 
Sea como sea, de su actitud dependerá el resultado de la adaptación por lo que se le deben dar claves que le ayuden en esta nueva situación. Cuanto más abierto y sociable sea menos problemas se generarán, pero si ya parte con una autoestima baja puede ser difícil su integración.

No tener prisas, hay que darle tiempo para que se haga su espacio y tome confianza”.

Recuerda

-Los expertos recomiendan involucrar a los niños en el cambio, pero no dejarles a ellos la decisión.

-A la hora de buscar un nuevo colegio tener en cuenta tanto el aspecto académico como que se ajuste a la personalidad del menor.

-Es importante que el menor sepa por qué le cambian de colegio

-Hacerle entender que no perderá a sus viejos amigos, sino que ganará nuevas amistades.

-Si se va a cambiar de colegio mejor antes que tarde, ya que en la adolescencia es más problemático

-Recordar al niño que es un proceso lento que el también tiene que poner de su parte y dar tiempo a sus nuevos amigos para que lo acepten

-Hay que tener paciencia con sus cambios de humor, ya que necesita tiempo para adaptarse.


MOTIVOS PARA CAMBIAR DE CENTRO:

-CAMBIO DE SITUACION FAMILIAR: En estos casos la necesidad obliga. Si los padres cambian de residencia o por problemas económicos

-MALA ADAPTACION: del niño al entorno del colegio, aunque tenga buenas notas

-BAJO RENDIMIENTO

-CONFLICTOS EN EL AULA o sufre bullyng y el centro no tiene recursos para resolver el problema.

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