lunes, 2 de abril de 2012

VIAJAR CON NIÑOS EN SEMANA SANTA.


Primera pregunta, ¿cómo nos vamos? Si el viaje es en coche el bolso que va dentro, con nosotros y para los niños es la más importante. En ella tiene que haber agua, biberones preparados, es decir con agua envasada y la medida de leche y/o cereales ya preparada y lista para usar. Sandwich preparados también, galletitas saladas o dulces, zumos, caramelos, toallitas húmedas y pañales a mano (para no tener que rebuscar en el maletero) Es más, en una zona de descanso se puede parar y cambiar al bebé en las piernas de uno por si hace mucho frío fuera. Si se prevé llegar al destino más tarde de las ocho o nueve de la noche resulta muy útil ponerle los pijamas a los niños en la última parada que se haga bien para cenar o bien para ir al baño. Así, si se duermen (y suelen hacerlo profundamente) al llegar se les espabilará lo menos posible para meterlos en la cama. Aconsejable ese día ya salir duchados en lugar de bañarlos por la noche como normalmente se hace, sobre todo cuando son pequeños. No olvidar y muy importante en un pequeño bolsito; termómetro, antitérmico, ibuprofeno, pastillas para el mareo, también. Bolsita para vomitar.
También es útil, pero eso depende de los padres y de su manera de educar a los hijos, llevar DVD portátiles para poner películas o juegos. Les entretiene bastante, a veces hasta dos horas. Que no es poco. Los CD de música infantil también son útiles para cantar en el coche y hacer las coreografías. Si vamos en avión, tren o autobús, la bolsa también es muy útil y con las mismas cosas. Pero además, se pueden meter juegos o juguetes, cartas y algo que los entretienen mucho son lápices para colorear.
Las maletas de los niños: debemos prescindir de llevar en cantidades amplias cosas que podemos comprar en destino, no tiene sentido cargar con todos los pañales que usarán en una semana porque al lugar donde iras seguramente venden. Lo mismo sucede con la leche y los cereales (hablo de la de los biberones). Si en casa tienes diez biberones, al viaje con que lleves dos es suficiente. Siempre puedes comprar uno si lo perdieras o se te rompiese.  Con la ropa hay que tender a ser más práctico. Si vamos a la playa o a la montaña, tres pantalones, varias camisas, algunos bodys y tres pares de calcetines son suficientes para cuatro o cinco días. Pero, ojo, siempre lleva un impermeable y zapatos cerrados por si llueve (ya sabes que en Semana Santa es un clásico que llueva)
Utensilios que nos hacen la vida fácil en casa....pero que nos la complican de vacaciones. Por ejemplo el humidificador, el calienta biberones, el esterilizador de biberones, avisadores de sonido....todas esas cosas están muy bien para estar en casa pero no pasa nada por hervir los biberones cuatro días, dormir con las puertas abiertas, calentar al baño maría...nos quitan mucho peso de encima y la vida sale igual de cómoda...aunque no lo parezca.
El destino. También aquí depende de los padres, del bolsillo, de lo que uno se quiera gastar, del tiempo que tengamos (hay gente que tiene una semana entera, otros sólo cuatro días) pero parece muy razonable buscar sitios que tengan diversión para ellos. Sí, puede que eches de menos la época en la que de joven te recorrías lo que fuera sin horario ni calendario pero ahora es diferente. No conozco a ningún niño (menos de  10 años) más dispuesto a ir una retrospectiva de Miró que a dar brincos por la playa. Son niños recuerda…quieren disfrutar. Si entra dentro de tus posibilidades económicas un lugar con playa, tranquilo, parque de niños cerca, heladería, lugares de ocio para ellos y demás cosas que les gustan, tienes la mitad del tiempo de las vacaciones aseguradas en diversión. Si ya tienes un cine cerca y McDonald a la salida, serás la reina de las vacaciones. Tiene menos glamour que ir a Saint Tropez, es cierto pero la cara de los niños disfrutando no tiene precio.
Médicos. Consulta en internet los centros de salud más cercanos al lugar donde vas o los médicos de familia y pediatras de tu seguro. Apunta en el móvil los teléfonos, los horarios de atención y las direcciones. En caso de emergencia puede que no tengas tiempo para buscarlo en internet. Si vas al extranjero asegúrate de que tu seguro médico cubre los gastos (una consulta porque tiene mocos en otro país te puede salir muy cara)
Si vas a un hotel, recuerda pedir cuna de viaje. Algunos hoteles disponen de servicio de babysitting pero suelen cobrar una barbaridad. Tenlo en cuenta por si quieres hacer una cena romántica y alejarte tres horas de los niños. Si confías en las agencias de babysitting las puedes encontrar por internet y así evitas el incremento de la mediación del hotel. Hay muchos hoteles que disponen de actividades al aire libre, incluso algunos con grandes descuentos. Infórmate a la hora de reservar porque suelen ser al aire libre y muy divertidas
PD. Nunca olvides la cartilla médica de los niños...con ellos nunca se sabe lo que puede pasar
Y último consejo: disfruta porque para las vacaciones de verano queda todavía mucho tiempo. Así que ya sabes, dosis de paciencia y FELICES VACACIONES!!!!!

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